El fútbol que amamos by @camisetasland

¿Qué fue antes el fútbol o las camisetas? Ese tipo de cuestiones son las que me perturban durante la noche. Y es que yo creo que van de la mano, sobre todo desde que el marketing irrumpió en nuestras vidas. No imaginas al club de tus amores sin esa camiseta mítica que tienes desde pequeño, o aquella con la que hizo un año maravilloso, al igual que recuerdas dicha elástica gracias a los jugadores que la vistieron y a la emoción de ir al estadio con ella puesta.

Pues así comencé mi andadura en Instagram con @camisetasland, posteando y comentando mi primera camiseta del Athletic Club.

Cuando naces en Bilbao o alrededores, ya que digo con orgullo que soy de Santurtzi, lo primero que te regalan es una camiseta rojiblanca, ¡faltaría más! Y aunque en ese momento no seas consciente, ya eres un león. Estas modas de hacerse de otros clubes no eran normales por aquí, y menos hace unos años.

Al igual que muchos de los que crecimos en los años 90, soñaba con tener las camisetas de nuestro club, ya que la economía del hogar estaba difícil y no se nos permitían esos caprichos. Afortunadamente duraban dos o tres temporadas, y no se cambiaban cada año como se hace ahora, pero aun así tardé bastante tiempo en tener la siguiente. Y la conseguí gracias a mi amigo Andoni, con quien compartí infancia futbolera, ya que jugaba en las categorías inferiores del conjunto vasco.

Años más tarde las cosas cambiaron cuando empezaron a sacar un modelo nuevo cada temporada, siendo más fácil llegar a esas camisetas pudiendo comprarlas incluso a mitad de precio. Esperando un poco tenías la primera y la segunda equipación pagando lo mismo que de salida y había que aprovecharlo. Ahí me hice con varias y siempre me empeñé en mi idea de no tirar ninguna por vieja o pequeña que fuera, y sin saberlo, empecé mi colección.

En 2003 el virus de la Premier me atacó de golpe, gran culpa de Thierry Henry y el maravilloso Arsenal de los invencibles. Por lo que aproveché un viaje de mi hermana a Barcelona para decirle que seguramente allí tendrían la camiseta y que me la consiguiera. Obviamente imitación, sin tener siquiera el logo de Nike, la usé tanto que tiene hasta un agujero en la espalda por un enganchón. Ya conté que en mi viaje de estudios a Londres descubrí lo que era el paraíso en forma de tienda de deportes, comprando camiseta y polo gooner.  Ahí comenzó mi andadura europea e Internacional, hasta entonces no tenía ninguna, y poco a poco ha ido creciendo hasta el orgullo de colección que tengo a día de hoy.

Mi siguiente amor europeo es el Milan del que también tengo unas cuantas camisetas, varias chaquetas, una gorra, y todo lo que pueda conseguir. Fue ese amor de adolescencia que poco a poco va surgiendo hasta este gran sentimiento rossonero que vive en mí.

Pese a no haber visitado la ciudad tengo que ir pronto con mi amigo Ander, interista con el que comparto esta pasión camisetera, a disfrutar de un derbi de la Madonnina, y ojalá que con el gran Piero @thenotoriusshirt quién fue muy importante para mí y para el comienzo de Casmisetasland.

Él quizás no lo recuerda, pero cuando estaba pensando en empezar el proyecto de Instagram me sirvió de ayuda y referente al contestarme a una pregunta que le hice, invitándome a entrar a un mundo maravilloso del que destacaba la calidad humana y la buena relación que hay. Sin duda alguna y tras unos meses fantásticos puedo decir que así es. Lo que más disfruto es el poder hablar con auténticos románticos del balón, como mis amigos de Valdevintage para quienes escribo estas líneas y con quien tan buen rollo tengo desde el primer momento. Gracias por confiar y creer en mí.

Así que, si estás pensando en compartir tu colección o entrar en el mundillo, hazlo.

Serás pobre económicamente hablando, pero tendrás camisetas maravillosas y charlarás de temas que igual con tu círculo cercano no puedes ya que no viven esta pasión.

Ahora, y como cuento en la bio de mi perfil, ocupo mi tiempo y dilapido una fortuna que no tengo en buscar y conseguir todas esas joyas en forma de camiseta que no pude comprar en mi infancia y que parecían imposibles de conseguir. En plataformas de compra venta o en webs como esta, voy consiguiendo la redención al incluir en mi armario algunas de ellas, pero sobre todo, al conseguirlas con los dorsales de los jugadores que me hicieron amar este deporte: Maradona, Ronaldinho, Henry, Ronaldo, Zidane, Beckham, Guti, Isco, Pirlo, Kaká, Totti, R. Carlos, Iniesta, Gerrard, Diamanti, Cazorla, Román, Julen, Etxebe, Tiko, Urzaiz…

Aunque no soy nadie para aconsejar nada, viaja todo lo que puedas. Ve a los mercadillos de las ciudades a buscar las joyas olvidadas, visita los estadios y si coincides, disfruta de algún partido en directo. Son experiencias que recordarás para siempre, y que aquí os comparto con algunas fotos para despedirme; un pequeño gooner, las grandes tardes en San Mames, muriendo de frío en Berlín, disfrutando del ambiente en el “pequeño Maracaná” de Serbia, un rossonero fardando por Viena, y declarando su amor al capitán eterno y célebre en el Olímpico de Roma.

Y es que, como publiqué desde el estadio en aquel Hertha Berlin – Borussia Dortmud:

“sólo vivimos con un corazón y por un sentimiento, el del fútbol que amamos desde pequeños…” @camisetasland

Post redactado por Lander (@camisetasland)

Enlace a su instagram

No Comments

Post A Comment

× ¡Hola!